COMPLEJO MONUMENTAL

COMPLEJO MONUMENTAL

Era un hombre rubio, de complexión mediana, tendría cincuenta años. Se acercó a la joven azafata que oficiaba de guía en el interior del monumento.

—Compañera, soy de Santiago de Ávila. Estoy desde ayer con mi familia en Santa Clara.

Le mostró una pequeña credencial. ASOCIACIÓN DE COMBATIENTES, alcancé a leer.

—¿Sí compañero?

—¿Qué hacen todos estos extranjeros aquí? —el tono era de reproche.

—Viene mucha gente a visitar el monumento. Algunos rezan.

—Pero ¿por qué?

—Lo admiran compañero.

—Yo luché en Angola —volvió a sacar la credencial—. Estuve dos años, me hirieron.

—Sí compañero. Baje la voz. Aquí no se puede hablar fuerte.

—¿Disculpe compañera? —Ahora solo era un murmullo—. ¿Pero a qué vienen estos extranjeros?

—Son turistas, vienen a visitar el mausoleo.

 

El hombre siguió caminando por el pasillo de las tumbas. Cuando nosotros salimos estaba repitiendo la historia al policía uniformado que oficiaba de custodia. Nos alejamos para tomar algunas fotos. El hombre anduvo mientras tanto por allí. Se detuvo a leer la carta tallada en el mármol. Debe haberla leído varias veces por el tiempo que le demandó. Recorrió después algunas escalinatas. Miró desde arriba el entorno, como si oteara el horizonte. Después comenzó a bajar. Se fue caminando como había venido. Un par de veces lo vi darse vuelta. Quedó grabado en una de las fotos que sacamos. Una figura pequeña casi al fondo.

“Complejo Monumental” pertenece al libro El Otro Jardín. (Simurg, 2009)

Éste y otros libros de Carlos Costa se pueden obtener en Galerna Libros

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